lunes, 25 de enero de 2010

El fin justifica

Ante la polémica y tan importante decisión que la corte constitucional se encuentra procesando y que por estos días ronda las columnas, editoriales y noticias de nuestra amada República del Sagrado Corazón de Jesus, aparecen argumentos conciliadores y de gran profundidad que hacen honor al respeto que tiene la clase dirigente por el electorado. Se habla de la voluntad divina del pueblo, máxime autoridad de una democracia decente, estructurada y madura; Se dice qué, como es común en la historia de los tiempos, "el fin justifica los medios", argumento milenario de constante aparición en las atrocidades de la humanidad.

Es que la oposición debe entender que la encrucijada del alma responde específicamente a la imperiosa necesidad de un pueblo que reclama liderazgo, autonomía, y autoridad al frente de las decisiones que enrumban nuestra nación. Aquí no hay espacio a moralismos sobre las ridiculeces de forma, ni posibles responsabilidades sobre fantasiosas consecuencias donde algun verdadero tirano de 5ta categoría llegue al poder una tercera vez, es que se debe entender que la divina providencia no permitiría que ningún cholo, mulato o sambo, logre perpetuarse en la casa de Nariño y pasar por encima por las supremas e independientes instituciones del estado, es que estos son temas de estilo y distinción. Además, con un gobierno absolutamente demócrata, que entiende que únicamente debe atender a la voluntad de un pueblo, y que es este pueblo es el que se hace responsable de su destino, que riesgo se puede correr?

En otras palabras, si el pueblo considera que no hay peligro alguno en concentrar el poder sobre el ejecutivo y refundar la nación sobre las bases autocráticas que permitan mantener el pájaro en mano que nos asegura la tranquilidad y el bien habido derecho de autodeterminación, entonces quienes somos para ir en contra de la voluntad del pueblo? es que hablamos de democracia, y la democracia la define la voluntad de las masas, que es voluntad divina. Así que una segunda reelección tan solo es la respuesta justa a el clamor popular, no importa lo que caiga de por medio, lo que se pierda en el camino, o lo que se desdibuje y se difumine, en últimas, si el pueblo se atiene a las consecuencias, es un pueblo responsable, ignorante pero responsable y la ignorancia no es problema nuestro, cierto?

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